Filtración es un proceso en el cual partículas sólidas que se encuentran en un fluido se separan mediante un medio filtrante, o filtro, que permite el paso del fluido a su través, pero retiene las partículas sólidas. Unas veces interesa recoger el fluido; otras, las partículas sólidas y, en algunos casos, ambas cosas.
En tratamiento de agua, la filtración busca la reducción de partículas en suspensión, como residuos de arena, tierra, metales pesados, entre otros; que actúan produciendo malos olores, turbidez, problemas en la salud.
La filtración tiene como objetivo eliminar todas aquellas partículas coloidales en el agua. Es el último paso en la remoción del material suspendido. Si la sedimentación, que es la etapa de tratamiento anterior logra eliminar la mayor cantidad de partículas de turbidez, la filtración se verá beneficiada sustancialmente. Y en la desinfección también será favorecida. Entre menos turbidez tenga el agua, la velocidad de reacción del cloro será mayor.
Tipos de filtración
Microfiltración
Generalmente se llama microfiltración al proceso de filtración con membranas cuyos tamaños de poro varían entre 0,1 y 10 micrones. Con estas membranas se retienen partículas en suspensión con tamaños dentro del rango de los poros o mayores, dejando pasar las partículas de dimensiones menores.
Ultrafiltración
Generalmente se considera ultrafiltración la que se obtiene utilizando membranas cuyos poros permiten separar moléculas con un peso molecular superior a los 10³ Daltón/gmol. Con estas membranas se logra separar y concentrar proteínas, desinfectar el agua reteniendo bacterias y virus, etc.
Nanofiltración
Las membranas utilizadas en la nanofiltración son capaces de retener moléculas sin carga eléctrica con peso molecular superior a los 200 dalton/gmol. Este tipo de filtración es usado para concentrar compuestos orgánicos y para desmineralizar parcialmente el solvente.
Para cada tipo de problema existe un medio filtrante a utilizar (Ejemplos: carbón activado, resina, arena verde, grava de cuarzo).
Tipos de filtros
Cloro
La cloración del agua es un método de desinfección más común y eficaz, el cloro en su forma líquida logra eliminar gran parte de las bacterias que presenta el agua cruda, este elemento químico se destaca como un germicida potente, ya que ayuda a reducir el nivel de agentes patógenos. La cantidad óptima es 5 ml de cloro por cada 250 ml de agua.
Carbón
El carbón también es parte del filtrado de agua debido a que tiene la capacidad de remover completamente el cloro residual y el combinado, así como el mal olor, microorganismos, virus y bacterias presentes en el agua.
Cada gránulo de carbono, lo vuelve un elemento poroso que permite retener el cloro, quitar color, olor y sabor al agua.
Arena
Los filtros de arena son un método que tiene por principio la colación por filtración. Los granos de arena forman una capa que tiene un efecto de tamizado o en otras palabras, ayuda a separar dos sólidos formados por partículas de tamaños diferentes. Los filtros logran una retención de sólidos de hasta 25 micras, los sólidos quedan atrapados sobre la superficie de los granos que crean una especie de pared.
Suavizador
La suavización se refiere al proceso de reducción de calcio y magnesio presentes en el agua. Por lo tanto, un suavizador de agua o también llamado “ablandador de agua”, es el filtro que reduce el contenido de sales que tiene el agua, es decir, reduce su dureza por medio de un intercambio iónico, a través del tanque contenedor de una resina catiónica pasa el agua y se lleva a cabo el proceso y se reducen los niveles de minerales disueltos
Resina
La resina es un material sólido insoluble en agua en forma de pequeñas perlas que apoya y refuerza el proceso del filtro suavizador que como lo mencionamos arriba, ayuda a retener los minerales y a ablandar el agua. Cabe destacar que no siempre se requiere de este componente, todo depende de las características del agua.
Si en el agua hay alta presencia de sólidos disueltos se debe emplear un sistema de ósmosis inversa para reforzar el proceso de purificación, su proceso se lleva a cabo por medio de las membranas porosas que son barreras que al aplicar una alta presión se logra separar los agentes contaminantes y sales. Esas membranas semipermeables ayudan a eliminar hasta casi un 100% de los sólidos disueltos, de esta manera se puede obtener agua más ligera.
Filtro pulidor
Este filtro tiene la función de retener las impurezas de hasta 5 micras y se le llama pulidor debido a que tiene similitudes con el filtro de carbón. Su objetivo dentro del proceso de filtrado del agua es mejorar su claridad y su sabor, se obtiene un agua totalmente cristalina.
Ozono
Este elemento se añade una vez que el agua ya está purificada y durante 30 minutos al día, en el caso de los equipos que cuentan con ósmosis inversa, en otros equipos el ozono se conecta al tanque de agua cruda. Es un agente microbiano que evita la formación de bacterias y al mismo tiempo le da una vigencia, es decir, a darle un periodo de caducidad.
En un sistema de filtrado de agua también se pueden emplear los rayos ultravioletas, los cuales son un método de desinfección que elimina hasta el 99.9% de los agentes patógenos. La radiación UV se lleva a cabo por medio de lámparas de silicio cuarzo, con longitudes de onda de 250 y 270 nanómetros así el agua sin detenerse fluye por el interior de los purificadores que tienen estas lámparas.
Referencias:
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